Cada 14 de junio se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre, una fecha clave para agradecer a quienes donan de forma voluntaria y reiterar la urgencia de contar con un suministro constante y seguro de sangre. El Ministerio de Salud del Perú se suma a esta iniciativa mundial para concienciar a la población sobre la importancia de donar sangre sin esperar nada a cambio, una acción que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para miles de personas.
En nuestro país, según el Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre (PRONAHEBAS), la sangre recolectada se destina a atender emergencias como accidentes de tránsito, hemorragias postparto, complicaciones obstétricas, desastres naturales y tratamientos para enfermedades crónicas como la talasemia o la anemia falciforme. Sin embargo, aún existe una brecha en la cantidad de donaciones necesarias para cubrir la demanda hospitalaria.
Las transfusiones de sangre son esenciales en múltiples contextos médicos: desde niños con anemia severa, mujeres con hemorragias durante el parto, hasta pacientes que requieren intervenciones quirúrgicas complejas o trasplantes. Por eso, la Organización Mundial de la Salud enfatiza que solo a través de donaciones voluntarias y regulares se puede garantizar un sistema de salud eficiente y con recursos suficientes.
Este 14 de junio se hace un llamado especial a los jóvenes y nuevos donantes. Ser parte de esta cadena solidaria no solo salva vidas, también construye una sociedad más empática. Cada gota cuenta.