Firme postura.
La selección peruana sufrió una amarga derrota ante Venezuela en el estadio Monumental de Maturín. Más allá del resultado, la polémica se instaló tras una decisión arbitral que marcó el encuentro: un penal cobrado por el árbitro chileno Cristián Garay en contra de Carlos Zambrano, que derivó en gol de la Vinotinto.
Esta acción generó indignación entre los hinchas peruanos y críticas en redes sociales. En esa línea, Miguel Scime, exárbitro argentino, asesor FIFA y director del Instituto de Árbitros de Fútbol (IAF), se pronunció sobre la falta y fue tajante en su análisis: «Nunca debió ser penal».Según menciona, la falta no fue cometida por el defensor chalaco, sino por Martínez, quien empujó al defensor peruano sobre su propio arquero. «El error arbitral que marcó el partido: una acción que nunca debió ser penal», sostuvo el especialista.
Asimismo, detalló que la acción del delantero venezolano «lejos de ser un contacto incidental, tuvo la clara intención de generar confusión y provocar la ilusión de una falta dentro del área». Para el exárbitro argentino, el VAR pudo corregir la decisión de Garay, pero no lo hizo. «El sistema de videoarbitraje, cuya función es precisamente evitar injusticias y corregir errores claros, tampoco cumplió con su cometido. Al parecer, los responsables en la cabina de revisión no utilizaron los ángulos adecuados ni las velocidades de repetición necesarias para advertir la realidad de la acción», explicó Scime.

La polémica aumentó cuando, minutos después, el mismo árbitro anuló un gol de Bryan Reyna para Perú tras revisar la jugada en el VAR y determinar una mano del atacante. Este contraste en las decisiones generó aún más cuestionamientos sobre el desempeño arbitral.
Cabe mencionar que la jugada en cuestión ocurrió cuando Josef Martínez, delantero venezolano, cayó en el área tras un contacto con Zambrano. Pese a los reclamos de los jugadores peruanos y el comando técnico, el juez mantuvo su decisión y no fue llamado por el VAR para revisar la jugada. Salomón Rondón fue el encargado de ejecutar el penal y adelantar a los locales.
Con este resultado, la selección peruana sigue comprometida en su lucha por un cupo al Mundial 2026, mientras que la discusión sobre el arbitraje en las Eliminatorias sigue abierta.