Chalaco, así debes cocinarlo.
El brócoli, una verdura de hoja verde considerada un superalimento, se ha ganado un lugar esencial en la dieta diaria por sus extraordinarias propiedades nutricionales y terapéuticas. El Seguro Social de Salud (EsSalud) recomienda su consumo regular en las ensaladas de los peruanos, destacando su capacidad para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y diversos tipos de cáncer.
Este poder protector del brócoli se debe a un compuesto llamado sulforafano, que actúa a nivel celular combatiendo procesos inflamatorios y oxidativos. No obstante, para aprovechar al máximo sus beneficios, es fundamental prestar atención a la forma en que se prepara.
¿Cómo cocinar el brócoli para conservar sus beneficios?
Un estudio publicado en 2018 en el Journal of Agricultural and Food Chemistry reveló que picar finamente el brócoli y dejarlo reposar durante 90 minutos antes de cocinarlo puede triplicar la producción de sulforafano. Esto se debe a la acción de una enzima llamada mirosinasa, que convierte compuestos inactivos del vegetal en sulforafano tras el corte. El calor de la cocción destruye esta enzima, por lo que cocinar el brócoli inmediatamente después de picarlo reduce hasta en un 71% su contenido de sulforafano.
Los científicos aseguran que incluso 30 minutos de reposo pueden ser beneficiosos, pero 90 minutos optimizan el resultado. Como alternativa práctica, se puede combinar brócoli crudo en ensaladas con porciones cocidas tras el reposo, logrando un equilibrio entre sabor, textura y valor nutricional.

Brócoli y diabetes tipo 2
El sulforafano ha demostrado tener efectos positivos en el metabolismo de la glucosa. Contribuye a reducir la resistencia a la insulina, mejora el control glucémico y disminuye la inflamación. Además, este compuesto vegetal activa enzimas antioxidantes y mejora la función mitocondrial, lo que ayuda a proteger las células del daño causado por la hiperglucemia.
Por ello, el brócoli es una herramienta natural prometedora para el manejo y prevención de la diabetes tipo 2, especialmente cuando se acompaña de una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable.
Un potente aliado contra el cáncer
El sulforafano también ha mostrado efectos anticancerígenos. Ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y sustancias cancerígenas mediante la activación de enzimas desintoxicantes, inhibe el crecimiento de células tumorales e incluso puede inducir su muerte programada, sin dañar las células sanas.
Además, este compuesto bloquea procesos inflamatorios y oxidativos relacionados con el desarrollo del cáncer, e impide la formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan los tumores. Estas acciones lo convierten en un aliado importante en la prevención de varios tipos de cáncer, especialmente de colon, mama y próstata.
De ester modo, incluir brócoli en la alimentación diaria no solo aporta vitaminas, minerales y fibra, sino que también ofrece beneficios clave para la salud a largo plazo. Prepararlo adecuadamente puede marcar la diferencia entre un vegetal saludable y un superalimento con poder terapéutico.