¡Caos en las calles!
El temor y la inseguridad han llevado a cientos de conductores de transporte público en Lima Metropolitana y el Callao a suspender sus actividades, luego de ser blanco de constantes atentados y extorsiones en las últimas semanas. Los choferes denuncian la falta de protección por parte del Gobierno, especialmente del Ministerio del Interior, ante la creciente ola de violencia que afecta su sector.
Cinco líneas de transporte, entre ellas Sesosa, Los Loritos, La Roma, Santa Catalina y Corazón de Jesús, han decidido paralizar sus servicios. Según los conductores, esta medida extrema responde a las balaceras que sufren sus buses, las cuales han dejado a varios colegas en estado grave en cuidados intensivos.
La organización criminal ‘Los Injertados del Cono Norte’ estaría detrás de estos ataques, según información policial. Esta banda habría enviado una carta extorsiva a la dueña de la empresa Sesosa, exigiendo pagos a cambio de la seguridad de su familia y sus trabajadores.
Si bien los conductores lamentan que miles de ciudadanos se vean afectados por la suspensión del servicio, aseguran que no tienen otra opción para proteger sus vidas ante la falta de respuesta del Estado.