Por segunda vez.
Aunque aún falta la confirmación oficial, todo apunta a que el estadio Monumental de Ate, en Lima, será nuevamente escenario de la gran final de la Copa Libertadores, esta vez en su edición 2025. Así lo adelantó el periodista brasileño Marcel Rizzo, del reconocido medio Estadão.
De concretarse, el coloso de Universitario de Deportes reeditará la histórica final única que albergó en 2019, cuando Flamengo venció 2-1 a River Plate en un partido vibrante que marcó un antes y un después en el formato del torneo más importante de clubes en Sudamérica.
Un regreso con historia
La elección del Monumental no es casualidad. En 2019, cuando la crisis social en Chile obligó a cambiar de sede a último momento, Lima respondió con eficiencia y organización. En apenas 20 días, el estadio fue acondicionado para recibir un evento de talla internacional, algo que la Conmebol no olvidó.
Desde entonces, la Confederación Sudamericana de Fútbol ha mantenido una buena relación con la Federación Peruana de Fútbol (FPF), y esa «deuda» simbólica parece estar a punto de saldarse con una nueva designación.
El Monumental compitió con dos pesos pesados: el estadio Mané Garrincha de Brasilia y el Centenario de Montevideo, ambos con capacidad e infraestructura de nivel internacional. Sin embargo, problemas extradeportivos habrían inclinado la balanza.
Según Rizzo, los recientes episodios de racismo registrados en torneos locales de Brasil y Uruguay jugaron en contra de sus candidaturas. Esto dejó al estadio peruano como el único sin objeciones relevantes, y más bien con antecedentes positivos que le juegan a favor.

El Monumental listo para una final
Con una capacidad superior a los 80 mil espectadores, el estadio Monumental es el más grande del Perú y uno de los más imponentes de Sudamérica. Si se concreta la designación, Lima se convertirá una vez más en el epicentro del fútbol continental, con una final que promete paralizar al continente en noviembre de 2025.