Una pregunta que causa mucha controversia y que divide a los diversos grupos de interés involucrados en este sector.
Por un lado, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo estima que el turismo es responsable de alrededor del 8 de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, principalmente debido a los viajes aéreos, pero también por la infraestructura como aeropuertos, hoteles y a la producción de alimentos, además el impacto negativo que genera a las comunidades anfitrionas.
Por otro lado, el turismo también es conocido como un motor para el desarrollo económico debido a que es una fuente generadora de empleo, estimula la economía local, facilita la preservación del patrimonio cultural, promueve la inversión en infraestructura y la inversión extranjera.
De hecho, la viceministra de Turismo en Perú, Madeleine Burns, manifestó en el CADE Ejecutivos 2023, manifestó que el sector turismo genera el 2.5% del PBI en el 2023 (3.5% antes del COVID), un millón de puestos de trabajo (millón y medio antes de la pandemia), siendo el 5,7% de la Población Económicamente Activa (PEA) en el 2023 (7% antes del COVID).
¿Cómo podemos valorar sus beneficios frente a las controversias que se enfrenta?
El turismo comunitario se presenta como una respuesta prometedora, que involucra a las comunidades anfitrionas en la ejecución y gestión de experiencias turísticas.
Por tanto, este artículo explora el fenómeno del turismo comunitario desde diversas perspectivas, analizando su viabilidad como alternativa sostenible y su capacidad para catalizar un cambio transformador a nivel global.
El turismo comunitario tiene el potencial de promover el desarrollo sostenible en Perú al proporcionar oportunidades económicas para las comunidades locales mientras se preserva su patrimonio cultural y natural.
Sin embargo, su éxito depende de varios factores que incluyen la participación de la comunidad, el desarrollo de capacidades y estrategias de marketing efectivas.
MINCETUR impulsa el turismo comunitario en Perú mediante la estrategia focalizada en esta área.
Esta estrategia fomenta una nueva forma de viajar y experimentar Perú mediante encuentros que conectan a viajeros y anfitriones, brindando una experiencia satisfactoria y memorable que agrega valor a su viaje.
El turismo comunitario ofrece a los viajeros la oportunidad de experimentar viajes auténticos y de alta calidad ofrecidos por diferentes comunidades en las regiones de la costa, sierra y selva del Perú.
Estas vivencias se fundamentan en la cultura vibrante y en la singularidad de sus entornos naturales, los cuales resguardan, preservan y comparten de manera activa con aquellos que los visitan.
También promueve la conservación del medio ambiente de las comunidades mediante la promoción de prácticas turísticas sostenibles desarrollando actividades de ecoturismo que sean compatibles con el medio ambiente, como observación de aves, senderismo y observación de vida silvestre.
Sin embargo, enfrenta varios desafíos que deben abordarse para garantizar su éxito, como la necesidad de capacitación para que las comunidades locales gestionen las actividades turísticas de manera efectiva, cuyo éxito depende del involucramiento y compromiso de las poblaciones locales.
Asimismo, es necesario el desarrollo de capacidades en hospitalidad, servicio al cliente y gestión ambiental. Sin embargo, algunas comunidades pueden ser reacias a participar debido a la falta de confianza, diferencias culturales o falta de comprensión de la industria turística.
Además, es necesario desarrollar estrategias de marketing efectivas adaptadas al público objetivo y que resalten el patrimonio cultural y natural único del destino.
En tanto, la falta de infraestructura y servicios básicos como carreteras, electricidad, agua potable y saneamiento en muchas comunidades rurales del Perú es un gran desafío que puede limitar el desarrollo del turismo rural comunitario, ya que los turistas pueden tener dificultades para acceder a las comunidades y para encontrar alojamiento y servicios básicos.
En esa misma línea las comunidades rurales del Perú, pueden carecer de financiamiento y apoyo para desarrollar el turismo rural comunitario. Además, existe el riesgo de sobreturismo, que puede provocar degradación ambiental y erosión cultural.
Por lo tanto, es esencial garantizar que el turismo comunitario sea sostenible y beneficioso para todas las partes interesadas. Para lograrlo es fundamental contar con la participación activa de las comunidades locales en la planificación y gestión de las experiencias turísticas.
Logrando así, no solo empoderar a las comunidades, sino también garantizar que las iniciativas sean culturalmente sensibles y respetuosas con el entorno.
Asimismo, es importante preservar la identidad cultural fomentando el respeto por las tradiciones locales, permitiendo que las comunidades pueden aprovechar el turismo como una herramienta para conservar y transmitir su patrimonio cultural a las generaciones futuras.
Siguiendo esa dirección, la administración cuidadosa y responsable de los recursos naturales, junto con la reducción del impacto ambiental, se sitúan como aspectos prioritarios.
Esta perspectiva tiene la capacidad de causar un efecto notable en la protección de la diversidad biológica y la salvaguarda de ecosistemas únicos. Además, la esencia del turismo comunitario radica en ofrecer a los turistas experiencias auténticas y significativas.
Este tipo de turismo va más allá de la mera observación, invitando a los viajeros a participar y aprender de las comunidades anfitrionas, promoviendo así una comprensión más profunda y respetuosa entre culturas.
En conclusión, el turismo comunitario en el Perú, presenta varios desafíos que deben ser abordados para garantizar su sostenibilidad y éxito a largo plazo.
Las comunidades deben trabajar en conjunto con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para desarrollar estrategias efectivas de gestión ambiental y cultural, promoción y marketing, capacitación y formación, y financiamiento y apoyo para garantizar su éxito. Por tanto, el turismo comunitario no es solo una respuesta a los problemas actuales del sector; es una visión audaz para un futuro en el que el turismo no solo sea una experiencia para el viajero, sino una fuerza motriz para el bienestar global y la equidad.
Mgtr. Liz Pacheco Pumaleque
Docente de la Escuela de Administración en Turismo y Hotelería
Campus Callao