Afecta a mujeres entre 40 a 20 años.
La caída del cabello en las mujeres no solo es una preocupación estética, sino que puede ser un síntoma de diversas afecciones médicas. En los últimos años, especialistas en salud han observado un incremento de casos de alopecia femenina en el Perú, afectando tanto a mujeres mayores de 40 años como a jóvenes desde los 20 años.
La pérdida capilar puede impactar profundamente la autoestima y calidad de vida de una persona. Por ello, es fundamental conocer las enfermedades que pueden estar detras de este problema y tomar medidas oportunas para evitar su progresión.
PRINCIPALES ENFERMEDADES ASOCIADAS A LA CAÍDA DEL CABELLO
Desbalances hormonales: Condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), la menopausia y el postparto pueden provocar la pérdida capilar debido a los cambios hormonales.
Trastornos tiroideos: Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo afectan la estructura y densidad del cabello, llevándolo a debilitarse y caerse.
Anemia por deficiencia de hierro: La falta de hierro en el organismo impide que los folículos capilares reciban el oxígeno y nutrientes necesarios, lo que favorece su debilitamiento.
Estrés físico o emocional: Episodios de estrés prolongado pueden desencadenar efluvio telógeno, una condición que interrumpe el ciclo de crecimiento del cabello y provoca su caída masiva.
Lupus y otras enfermedades autoinmunes: Estos trastornos pueden hacer que el sistema inmunológico ataque los folículos pilosos, generando alopecia areata o pérdida difusa del cabello.
Infecciones en el cuero cabelludo: Enfermedades como la tiña afectan el crecimiento del cabello y pueden provocar la aparición de zonas sin vello.
Deficiencias nutricionales: La carencia de vitaminas y minerales como la biotina, el zinc y las proteínas esenciales contribuye a la fragilidad capilar.
Uso de ciertos medicamentos: Algunos tratamientos, como la quimioterapia, anticoagulantes y anticonceptivos hormonales, pueden tener la caída del cabello como efecto secundario.
Dermatitis seborreica: Esta afección inflamatoria genera descamación y debilidad capilar, lo que puede derivar en alopecia si no se controla adecuadamente.
PREVENCIÓN Y CUIDADO CAPILAR
Para evitar o reducir la caída del cabello, es fundamental mantener una dieta equilibrada, controlar el estrés y acudir al médico ante los primeros signos de alopecia. Un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en la salud capilar y general de las mujeres.