La humedad en el interior de las viviendas, especialmente durante el invierno, representa un serio riesgo para la salud, alertó el neumólogo Eduardo Chirinos, del Hospital de Emergencias José Casimiro Ulloa. La combinación de bajas temperaturas y escasa ventilación propicia la aparición de moho, hongos y ácaros, elementos que pueden desencadenar enfermedades respiratorias, así como irritaciones en la piel y los ojos. Los niños pequeños y los adultos mayores son los más vulnerables a estas condiciones.
Chirinos recomendó el uso de deshumidificadores como una de las principales soluciones. Estos aparatos ayudan a reducir la humedad del ambiente al extraer el exceso de agua en el aire, previniendo la proliferación de moho, eliminando olores y mejorando la calidad del aire. Se aconseja usarlos antes de dormir, entre dos a tres horas, manteniendo el cuarto cerrado y con cajones abiertos para que el efecto se extienda a todos los rincones.
Ante la imposibilidad económica de muchas familias para adquirir un deshumidificador, el especialista propuso alternativas. Ventilar las habitaciones entre 10 y 30 minutos al día puede ser una medida eficaz para renovar el aire y reducir la humedad. También insistió en evitar secar ropa dentro de las habitaciones, ya que esta práctica incrementa la humedad ambiental de forma considerable.
Finalmente, Chirinos recomendó reparar filtraciones de agua en techos y paredes y calentar los ambientes, ya que elevar la temperatura reduce la condensación y, por tanto, la humedad en superficies. Aplicar estas medidas, subrayó, no solo mejora las condiciones de vida, sino que protege la salud durante los meses más fríos del año.