En Navidad o Año Nuevo las mascotas experimentan mayor estrés que los humanos ya que su sistema auditivo les hace percibir el ruido de los pirotécnicos hasta cuatro veces más.
El veterinario Fernando García explicó que el rango de audición de los perros en hercios es el doble al de las personas. Por ello son frecuentes en fiestas de fin de año los episodios de angustia, taquicardias, ansiedad, crisis convulsivas o trastorno del comportamiento de las mascotas y, en algunos casos, hasta fallas cardíacas con muerte súbita.