En el Callao
Otro estado de emergencia y siguen matando
Gobierno declaró estado de excepción por 60 días en la capital y la provincia constitucional. En calles chalacas, hubo al menos dos asesinados y un herido de bala.
El Gobierno volvió a decretar estado de emergencia en Lima y el Callao, como lo había anunciado, por otra crisis de inseguridad, esta vez por 30 días ante la indignación colectiva por el asesinato del cantante Paul Flores, del grupo Armonía 10. Sin embargo, en las calles chalacas ayer, lunes 17, hubo dos homicidios y un ataque que dejó un herido de bala, saldo que reitera la ligereza con que se toman las medidas que ordenan nuestras autoridades.
Es la novena vez que la presidenta Dina Boluarte declara estado de emergencia en el Callao desde diciembre del 2021, cuando asumió el Poder Ejecutivo. Las primeras ocasiones fueron por las protestas masivas contra su régimen, las demás por trances de inseguridad.
Ahora, las reacciones apuntan a las autoridades, que han mostrado estar más abocados a sus problemas por estar bajo sospecha de delitos, acuerdos perjudiciales para el país o rencillas políticas, que en jugársela por combatir la inseguridad, cada vez más agravada.
Boluarte salió otra vez con las menciones a la pena de muerte. “A esos malditos asesinos les digo que estoy pensando seriamente en la pena de muerte, porque ningún sicario podrá manchar de sangre a familias que quieren a sus hijos, emprendedoras y emprendedores”, dijo en un colegio en Lima frente los menores, en ceremonia por inicio del año escolar.
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, plantó a las autoridades, profesores y alumnos del colegio Dora Mayer, en el distrito de Bellavista, en el Callao, donde se le esperaba para otra ceremonia por el inicio del año escolar. En su reemplazo, envío al viceministro Julio Díaz Zulueta a dar el campanazo, señal por el comienzo de las clases.
Santivañez enfrentaba un momento difícil tras el asesinato del cantante Flores, conocido como Russo. Luego de varias muertes en la escalada de inseguridad en el país, el homicidio a un artista famoso y querido generó un giro entre quienes sostenían al ministro en el Congreso, pero que ya no podían con la creciente ola de indignación de la población.
En el Callao, el gobernador, Ciro Castillo Rojo, y el alcalde provincial, Pedro Spadaro, destacaron por sus silencios frente a esta problemática que preocupa a todo el país.
Sin embargo, la ciudad se siguió desangrando, pese al anunciado estado de emergencia. Tres balaceras, dos personas asesinadas y un herido fue el resultado de las acciones de la criminalidad de ayer, lunes 17, en el Callao, a sus anchas ante medidas no respetadas.
En la mañana, fue asesinado José Fiestas Peredo, de 59 años, marino retirado, en la urbanización Ciudad del Pescador, en el distrito de Bellavista. Un hombre vestido de sereno le disparó en un callejón donde lo esperaba luego de haberlo buscado en su casa. La Séptima Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Callao y la Policía iniciaron la indagación.
En la noche, una serena de la Municipalidad del Callao, Ángela Jessenia Escate Berríos, fue victimada a balazos por sicarios en la avenida Venezuela a metros del óvalo Saloom, conocido como de La Perla, en una acera de la parte que pertenece al distrito de Bellavista.
Casi al mismo tiempo, una balacera en la zona del asentamiento humano Gambeta, en el distrito del Callao, dejó herido en el pie a Ricardo Víctor Seminario Monzo, de 22 años. Fue trasladado al hospital chalaco Daniel Alcides Carrión donde quedó bajó especial atención.
El centro de investigación Grade (Grupo de Análisis para el Desarrollo) hizo en estudio en que los especialistas Wilson Hernández, Angelo Cozzubo y Andrea Román demostraron la ineficiencia de los estados de emergencia decretados en el Callao en el año 2023.
Sin embargo, el alcalde de Ventanilla, Jhovinson Vásquez, aseguró en una entrevista en RPP que en su distrito los delitos comunes bajaron hasta un 22% cuando hubo estado de emergencia en su zona, pero que volvieron a aumentar cuando fue levantada la medida.
Ahora, no parece haber buen augurio en las calles chalacas con el estado de emergencia.