
El talento, calidad y trabajo de internos de las cárceles de Lurigancho, Callao y Chimbote están traspasando fronteras por la creación de productos como arbolitos bonsáis y dragones a Chile, mientras que los reos de los penales de Callao y Chimbote trabajan en la elaboración de prendas de vestir, destacó el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
A través de la política institucional del INPE, «Cárceles Productivas», se busca que el sector privado ingrese a los diversos establecimientos penitenciarios para capacitar y generar empleo mediante la mano de obra de los reclusos del Perú.