Inició la competencia
La reciente presentación de precios por parte de Cosco Shipping Ports Chancay Perú, operadora del Puerto de Chancay en el norte de Lima, generó un revuelo en el sector portuario nacional.
Los precios, que en promedio son un 10% más bajos que los de los terminales de los muelles sur y norte del Callao, administrados por DP World y APM Terminals, respectivamente, desataron que algunos consideran una posible «guerra comercial entre EEUU y China» en el ámbito del transporte marítimo.
Este anuncio llegó poco después de la visita del presidente chino Xi Jinping durante el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC) 2024.
Si bien la Autoridad Portuaria Nacional (APN) esperaba conocer los costos de forma anticipada, Cosco cumplió con los plazos establecidos y presentó una lista que, según fuentes cercanas a la subsidiaria china, es considerablemente más baja que los valores habituales de contratos en el muelle chalaco.
Esto podría motivar la migración de hasta un 30% de carga de un puerto a otro, impactando directamente en la competencia en la región.
Sin embargo, es importante destacar que el Puerto de Chancay aún no está operando comercialmente a su plena capacidad. Actualmente, la operadora se encuentra en un proceso de «comisionamiento de prueba», un periodo de marcha blanca que durará hasta seis meses, durante el cual se están acondicionando los equipos y sistemas en los cuatro muelles de la primera etapa.
En este tiempo, el puerto funciona a la mitad de su capacidad, pero se espera que alcance el 100% de funcionalidad entre abril y mayo de 2025.
Durante este tiempo, los precios de carga en Chancay serán entre un 10% y 15% más bajos que en el Callao.
Más allá de las tarifas de carga, otro factor que preocupa a los competidores del Callao es la estrategia de Cosco Shipping Lines, la división naviera de la empresa china, que reducirá también los costos de fletado hacia Perú.
Este ajuste podría reforzar la posición de la compañía en Sudamérica y aumentar aún más la competitividad frente a otros puertos de la región.
La integración vertical de Cosco, que abarcaría desde el manejo portuario hasta el flete, es vista con recelo por los competidores, quienes temen que esta estrategia les permita a los chinos tomar un control más fuerte sobre el comercio en la costa oeste del Pacífico.
A pesar de los esfuerzos por posicionarse en el mercado, la empresa aún no tiene una estimación clara de cuántos barcos recibirán hasta el final del proceso de prueba. Sin embargo, aseguraron que ofrecerán una ruta directa semanal, con la posibilidad de duplicarla una vez finalizada la fase de prueba.
Además, se mencionó que operadores comerciales de Brasil están observando de cerca el puerto, con intenciones de utilizarlo para sus exportaciones.