Los restos simbólicos de Fernando Túpac Amaru, hijo menor de Túpac Amaru II y Micaela Bastidas, arribaron este lunes a Cusco en un hecho considerado histórico. Tras más de 240 años de exilio y prisión en España, el cofre que representa sus restos llegó desde Lima al aeropuerto Alejandro Velasco Astete, donde fue recibido por autoridades y ciudadanos que se congregaron para rendirle homenaje. Se prepara una ceremonia especial en la Plaza Mayor del Cusco y un entierro simbólico impulsado por el alcalde Luis Pantoja Calvo.
Fernando Túpac Amaru fue encarcelado a los 12 años en Lima y posteriormente trasladado a Madrid, donde murió a los 30 años en condiciones de extrema pobreza. Su único «delito» fue ser hijo de los líderes revolucionarios indígenas que encabezaron una de las rebeliones más importantes contra el dominio colonial español. Según las autoridades, el retorno de sus restos busca saldar una deuda histórica con su memoria y la de su familia, víctimas de la persecución colonial.
El alcalde del Cusco, quien recibió los restos el pasado viernes en Madrid, indicó que estos se conservan en un cofre de madera con una talla en alto relieve de Machu Picchu. “Hoy se escribe una nueva historia”, expresó Pantoja, quien aseguró que esta devolución simbólica representa un acto de justicia histórica. La iniciativa también busca fortalecer la memoria colectiva sobre la lucha indígena y el legado de los pueblos andinos en la historia del Perú.