Se cumplen 27 años de la Operación Chavín de Huántar, durante la cual integrantes de las Fuerzas Armadas lograron rescatar a 72 rehenes que fueron secuestrados por el grupo terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en la embajada de Japón.
El hecho tuvo origen en diciembre de 1996, cuando los terroristas invadieron la residencia en medio de la celebración del emperador japonés Akihito. Esa noche secuestraron a un promedio de 800 asistentes, entre políticos, diplomáticos, militares y empresarios.
De manera gradual, durante las siguientes horas, se fue liberando a las mujeres y a pequeños grupos hasta que quedaron 72 rehenes. Entre los rehenes se encontraban los expresidentes Francisco Sagasti y Alejandro Toledo, el recordado congresista Javier Diez Canseco y el excanciller Francisco Tudela.
A pesar de las liberaciones de mujeres, ancianos y trabajadores por pedido expreso del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), los terroristas aún mantenían secuestrados a los demás invitados. En su momento, el Gobierno por ese entonces del presidente Alberto Fujimori negoció en numerosas ocasiones con el MRTA.
Incluso, en ese entonces, el ministro de Educación, Domingo Palermo Cabrejos, fue nombrado negociador durante el hecho y actuó en busca de una salida pacífica, visitando a los rehenes y negociando con el líder del grupo subversivo, Néstor Cerpa Cartolini.
Sin embargo, paralelo a las negociaciones, entrenaba y actuó en busca de una salida pacífica, visitando a los rehenes y negociando del Ejército Unidad Especial de Combate (UEC) de la Fuerza de Infantería de Marina de la Marina de Guerra del Perú, quienes más tarde serían integrantes del Comando Chavín de Huántar.
Finalmente, el 22 de abril de 1997, tras varias frustradas negociaciones, el Gobierno fujimorista envió al Comando. Tras comprobar que los terroristas estaban distraídos por medio de cámaras de video introducidas de forma secreta desde los túneles y micrófonos introducidos por personal militar de sanidad por medio de los cuales se comunicaban algunos rehenes de rango militar, se decide iniciar la operación.
A las 3:23 p. m., una fuerte explosión dio inicio a la operación que terminó en un tiroteo que dejó a todos los terroristas abatidos (incluyendo a Cerpa Cartolini), con las muertes del magistrado Carlos Giusti y dos comandos, uno de los cuales, según los testigos, murió protegiendo a Tudela.