Fallecido deja dos hijas en la orfandad
Un nuevo hecho de violencia sacudió la avenida Canta Callao esta mañana del 2 de abril, cuando Paul López (51), conductor de la línea S de la corporación Aquarius Express, fue asesinado a balazos. El crimen ocurrió en el cruce con la avenida Los Alisos, donde dos sicarios en una motocicleta lineal lo interceptaron y le dispararon al menos siete veces. El bus, que se dirigía hacia la avenida Elmer Faucett, llevaba seis pasajeros a bordo, quienes resultaron ilesos. A pesar del estado de emergencia, la inseguridad sigue cobrando vidas en Lima.
La Policía de la jurisdicción de Sol de Oro llegó al lugar para acordonar la zona e iniciar las investigaciones. Compañeros del fallecido denunciaron que la empresa venía siendo extorsionada desde hace 15 días, situación que ya habían reportado sin recibir respuesta. “Nos tienen olvidados, no tenemos respaldo de la Policía cuando estamos en ruta”, declaró un trabajador. López, padre de dos hijas, llevaba más de 25 años en el transporte público y nunca mencionó haber recibido amenazas.
Su hermano, visiblemente afectado, exigió justicia y lamentó la falta de protección para los transportistas. “No es justo, él solo trabajaba. Quiero que me devuelvan a mi hermano”, expresó entre lágrimas, mientras intentaba procesar la tragedia. Familiares y colegas temen que el crimen quede impune y piden a las autoridades actuar con urgencia para frenar la ola de violencia que azota las rutas de transporte en la capital.