Día Mundial Sin Tabaco 2025
Aunque muchos lo consideran una alternativa menos dañina al cigarrillo tradicional, el vapeo se ha convertido en una práctica alarmante entre adolescentes y jóvenes peruanos. Autoridades sanitarias advierten que estos dispositivos, lejos de ser inofensivos, pueden contener niveles aún más altos de nicotina que un cigarro convencional, generando adicción y daños graves a la salud respiratoria, cardiovascular y mental.
Según el Ministerio de Salud, el 9 % de los estudiantes entre 13 y 15 años ya consume tabaco y al menos 1 de cada 10 ha probado el cigarrillo electrónico. El problema se agrava porque muchos jóvenes desconocen que los vapes pueden incluir sustancias tóxicas que afectan el desarrollo cerebral y pulmonar, especialmente en etapas de crecimiento. La percepción de bajo riesgo impulsa su consumo entre escolares y universitarios.
Diversos estudios han demostrado que el uso frecuente de cigarrillos electrónicos está relacionado con dificultades respiratorias, aumento del ritmo cardíaco, ansiedad, insomnio y, en casos graves, enfermedades pulmonares como la EVALI (lesión pulmonar asociada al vapeo). Además, los sabores artificiales y los diseños atractivos de estos dispositivos los hacen especialmente peligrosos para menores de edad.
Expertos y autoridades sanitarias piden mayor regulación, control en puntos de venta y campañas educativas que alerten sobre los efectos del vapeo. También exigen que se prohíba su promoción dirigida a menores. A pesar de su apariencia moderna y “tecnológica”, el vapeo representa una nueva puerta de entrada a la adicción a la nicotina y al deterioro progresivo de la salud juvenil en el país.